lunes, 28 de octubre de 2013

Crítica de "De quan somiava (De cuando soñaba)"

SUEÑO CANTANDO


"Un chute eurovisivo, daño no puede hacer" así se presenta e inicia la obra "De quan somiava (De cuando soñaba") que el pasado 27 de octubre cerró sus puertas en el Espai Lliure del Teatre Lliure en Barcelona, después de reestrenarse debido al éxito que alcanzó en sus representaciones en la sala Atrium. Con esa presentación uno piensa que la obra y el festival de la canción irán de la mano durante todo el espectáculo, pues nada más lejos de la realidad. Las canciones tienen un gran peso, pero ni es un musical ni la obra gira alrededor de esos temas. Además, si hay espectadores entendidos en Eurovisión que esperan con ganas escuchar las canciones del certamen, se dan de bruces cuando suena "Dónde estás corazón" de Mocedades, "Yo necesito saber" de la gran Rocío Durcal o el "Corazón contento" de Marisol, que no han sido nunca eurovisivas. Por otra parte es de agradecer que las canciones que si son del festival no son las típicas. No hay "La, la, la" ni "Vivo cantando" y si hay "Nacida para amar" o "Hombres" de Eva Santamaría, entre otras. A pesar de esto, los temas no desentonan para nada en la obra y sirven no solo para sacar las sonrisas de los espectadores sino para ligar el argumento explicado.

"De quan somiava" es un monólogo (escrito y dirigido por Jordi Prat i Coll) , pero relatado a cuatro voces. Cuatro actrices diferentes que hacen el mismo personaje a la vez, compartiendo palabras y frases que dan a la obra una dinámica poco convencional, trepidante y fresca. Las actrices (muy completas en todos sus registros) nos relatan el día a día de una joven de unos treinta y pico años, actriz, parada y sola, muy sola. La historia de su vida está muy lejos de lo que soñaba cuando soñaba que de mayor sería muchas cosas. Entre ellas ser feliz. Relatando sus propias vivencias, la protagonista las va modificando y puliendo ya que le resulta placentero explicarlas a más y más gente (los espectadores)... vaya ¡como estar en el psicólogo!. 

Lo que más le preocupa a la protagonista, de la que no sabemos su nombre, es estar sola. No quiere y no sabe estar sola. Un gran mal de muchos en estos tiempos. Intenta superar esta soledad encontrando una pareja con la que poder tener hijos (porque no quiere ser madre soltera) y así poder ser como todas, todas sus amigas. Interesante reflexión si no fuera por ese final repentino y precipitado y por esas moralejas finales que no concuerdan con todo lo que nos ha estado contando/cantando la obra.






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